La democracia rematada por "un cobre"

El 11 de septiembre se cumplirán 48 años del Golpe de Estado en Chile, crimen de lesa humanidad que costó la vida a su presidente y a miles de ciudadanos que defendían la propuesta de la Unidad Popular de construir una sociedad mejor, más democrática y equitativa. 
Con ese crimen se malogró a sangre y fuego, la experiencia de la vía chilena al socialismo, es decir, a través de las urnas, pese a que los EEUU y la derecha chilena echaron mano a todos sus enormes recursos, para frenar la candidatura de Salvador Allende, un médico que se presentaba como candidato por 4° vez -la vencida, se decía-. 
El 4 de setiembre de 1970, Allende había sacudido a la sociedad chilena: la cantidad de votos obtenida le alcanzaba para aspirar a la primera magistratura de la República, sin embargo, los votos no eran suficiente para una proclamación inapelable. Habría que esperar la decisión del Congreso… 
En las horas siguientes se tendría cabal conocimiento de que  la unión de los enemigos de Allende y la UP , más las órdenes del Presidente Richard Nixon y su Secretario de Estado Henry Kissinger , es decir, el gobierno de los EEUU , influyeron decisivamente en los partidos y grupos de derecha y extrema derecha, opositores acérrimos al Presidente, no sólo apoyando activamente  la preparación  y finalmente la ejecución del golpe de estado, sino financiándolo .También intentando manipular al Congreso Nacional, que era el órgano que debía proclamarlo ante una elección muy ajustada. 
Fracasaron en el intento por impedirlo, ya que la correlación de fuerzas no les alcanzó para torcer la voluntad popular y el médico socialista se convirtió en Presidente Constitucional de Chile. 
No pudieron impedirlo,  pese a que desde hacia tiempo, la Casa Blanca jugaba sus fichas , apelando al profundo odio de las clases dominantes chilenas, no solo por Allende, sino por la base de sustentación, fundamentalmente del Partido Socialista al que pertenecía Allende el apoyo del Partido Comunista Chileno y demás sectores de izquierda y progresistas, por el apoyo de los trabajadores, intelectuales y artistas, por el campesinado, mujeres y por la enorme simpatía que despertó en toda América Latina el triunfo de Salvador Allende y la Unidad Popular. 
El Congreso Nacional eligió a Salvador Allende como presidente de Chile, pero ese mismo día, la maquinaria de la conspiración para derrocarlo o provocar su renuncia, se echó a andar.  
Allende se había comprometido a transitar la vía democrática al socialismo, respetando la institucionalidad democrática. A poco de ser ungido presidente pudo darse cuenta de que la institucionalidad democrática corría grave peligro y, por lo tanto, la República y la voluntad popular. 
Las estructuras construidas a imagen y semejanza de las clases dominantes chilenas, era una máquina de dificultar, cuando no impedir, las transformaciones económicas y sociales que la hora requería, tomando medidas que se habían prometido al pueblo durante la campaña electoral y sin las cuales, era imposible, terminar con décadas de exclusión, injusticia social y con los enormes beneficios y privilegios para un puñado de familias, banqueros y terratenientes. 
Para ello, estaban las leyes sancionadas durante décadas que solidificaban blindando todo aquello que Allende y la Unidad Popular necesitaban modificar para beneficiar a las grandes masas populares y las alianzas en el seno del Congreso no eran sencillas de obtener. 
Escasos los tiempos para el Presidente y todo el tiempo, aunque urgidos por el odio de clase, para los enemigos de la democracia y de los cambios que pudieran disminuir sus privilegios y el manejo de las instituciones del Estado en su propio provecho. 
Y la jauría no tuvo contemplaciones y actuó como un solo puño formado por la Armada, el Ejército, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Carabineros, con el apoyo ya mencionado del gobierno de los EEUU y sectores civiles al proyecto socialista de Allende y la Unidad Popular 
El 22 de octubre de 1970, trece días antes de asumir Allende como Presidente de la República - lo que se efectivizó el 4 de noviembre de ese año - el entonces Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider fue baleado en un secuestro que fracasó, llevado a cabo   por sectores de la extrema derecha chilena, vinculados a la Central de Inteligencia (CIA) de los EEUU,  con el propósito de evitar la elección de Allende por el Congreso. 
Schneider murió tres días después del atentado, siendo reemplazado por el Gral. Carlos Prats. Luego de los funerales militares, el Gral. Pinochet aceptó el cargo de Comandante de la Guarnición de Ejército de Santiago, cargo ofrecido por el propio Allende. ​ Prats y Pinochet llegarían a establecer una relación muy cercana, ya que Prats evaluaba que   Pinochet era un soldado apolítico y profesional, convirtiéndose en uno de sus más cercanos colaboradores. 
Fue el propio Gral. Prats, quien sugirió al Presidente designar a Pinochet como Comandante en Jefe del Ejército en su lugar, lo que evidenciaba el aislamiento y debilidad en el que se encontraba.  
El nombramiento de Pinochet se produjo a sólo un mes del llamado “Tanquetazo” del 29 de junio de 1973, sublevación militar y uno de los primeros signos concretos de la conspiración en marcha para derrocar a Allende y su gobierno, donde las FFAA jugaron un rol determinante, paralela y en total connivencia con partidos de derecha y las más altas jerarquías de la iglesia católica. 
Esta sublevación fue protagonizada por el Regimiento Blindado N° 2 liderado por el teniente coronel Roberto Souper. Pese a la muerte de veintidós civiles, el levantamiento fue sofocado por el Gral. Carlos Prats y mandos cercanos, entre ellos, el Gral. Pinochet. 
El 23 de agosto de 1973, el General Augusto Pinochet juró lealtad al presidente Allende y a la Constitución de la República, reemplazando al General Carlos Prats que había renunciado como Comandante en Jefe del Ejército.  
El desconocimiento del Gral. Prats respecto del golpe de estado que ya estaba en plena marcha, indicaba las diferencias y por ende, el aislamiento   dentro de los altos mandos de las Fuerzas Armadas, que culminaron con un atentado explosivo en su contra, que se produjo estando a bordo de su automóvil junto a su esposa, quien también falleció en el atentado, realizado por la DINA en 1974, mientras estaba en Buenos Aires, Argentina.  
Michael Townley, ex agente de la DINA y de la CIA, confesó a la jueza María Servini de Cubría que él había participado en el crimen de Prats e involucró en el operativo a varios generales chilenos. 
Nota: La Dirección de Inteligencia Nacional, también conocida como DINA, fue la policía secreta de la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile, creada en junio de 1974   y que dependía únicamente de la Junta Militar de Gobierno. Director Manuel Contreras, acusado posteriormente por distintos organismos como responsable de gravísimas violaciones a los DDHH. 
Diecinueve días después, el flamante Comandante en jefe, encabezaba el golde de Estado que derrocó al Presidente Constitucional de Chile, convirtiéndose en el máximo jefe de la dictadura cívico, eclesiástico, militar, que se extendió por sangrientos y dolorosos 17 años. 
 
Por si alguien se pregunta cuales fueron algunas de las razones fundamentales por las que antes de asumir como Presidente Constitucional de Chile, se puso en marcha la maquinaria para derrocar a Salvador Allende …esta es una de las respuestas…. 
El cobre es la principal riqueza y recurso de exportación Chile, sin embargo, a principios del siglo XX, los principales yacimientos de cobre, eran explotados por capitales estadounidenses, que aportaban muy poco al Estado chileno. 
Recuperar esta riqueza esencial para el país, entre otras, fue instalándose en la opinión pública chilena a comienzos de la década de los años 60, paralelamente a los procesos de descolonización de África y el surgimiento de los Países no Alineados, que luchaban por un proceso de desarrollo económico nacionalista, basado en la propiedad estatal de sus riquezas estratégicas. 
Fundamental para la soberanía de Chile, la nacionalización del cobre  fue incorporado al Programa de la Unidad Popular y Allende lo levantó en toda su campaña electoral como candidato a la Presidencia de Chile. Luego de su triunfo, puso en marcha un proceso hacia la nacionalización y estatización de la minería del cobre. 
El 11 de julio, en un mitin realizado en Rancagua frente a centenares de mineros, el presidente Allende manifestó: "Chile va a nacionalizar el cobre en virtud de un acto soberano. Acto soberano que incluso está consagrado en las resoluciones de las Naciones Unidas, que establecen que los países tienen derecho a nacionalizar sus riquezas básicas". 
…El 11 de julio de 1971 el Congreso Nacional aprobó, por votación unánime, la enmienda constitucional que hizo posible la nacionalización total de la gran minería del cobre, la Ley Nº 17.450. 
Y el 15 de julio de ese mismo año el Presidente Allende, en una ceremonia llevada a cabo en el Palacio de La Moneda, acompañado por su gabinete y los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, firmó el histórico decreto,  que fue publicado un día después en el Diario Oficial. 
…Pagaré con mi vida la defensa de principios que son caros a esta Patria…Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra roto las doctrinas de las Fuerzas Armadas… 
…” Es posible que nos aplasten, pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor…” 
…” Compatriotas …es posible que silencien las radios y me despido de ustedes  
En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen, pero sepan que aquí estamos, por lo menos, con este ejemplo, para señalar que en este país hay hombres que saben cumplir con las obligaciones que tienen…yo lo haré por mandato del pueblo y por la voluntad consciente de un presidente que tiene la dignidad del cargo…”…”Ante estos hechos, solo me cabe decirles a los trabajadores:!! Yo no voy a renunciar. 
Colocado en un trance histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo 
¡¡Trabajadores de mi Patria!! Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse! 
Sigan ustedes sabiendo que más temprano que tarde, ¡¡se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor!! 
Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!!! 

 
Salvador Allende, Presidente Constitucional de Chile, murió combatiendo con el fusil AK 47 que le regalara el entonces primer Ministro de Cuba, Comandante Fidel Castro , en ocasión de su visita de 24 dias a Chile en 1971, herido en el estómago y en un hombro, fue rematado a tiros por las hordas que ingresaron al Palacio de la Moneda, bombardeado por la Fuerza Aérea de Chile, durante muchas horas. 
Ya había rechazado el ofrecimiento de un avión para que se marchara del país, junto a su familia, al destino que él eligiera. 
Miembros del GAP (Grupo de Amigos del Presidente) como se llamaban a si mismo sus ayudantes y custodios, lo colocaron ya sin vida en el sillón de Bernardo O’Higgins -Padre de la Patria-se le colocó la Banda Presidencial y lo cubrieron con la bandera chilena, la misma que siempre había estado al costado izquierdo de su escritorio. 
Muchos de ellos fueron masacrados, torturados y desaparecidos. Algunos pudieron relatar tiempo después lo verdaderamente ocurrido aquellos días. 
La Junta Militar chilena…mintió…en un escueto comunicado aseguró que el Presidente Dr. Salvador Allende Gossens… se había suicidado