Finalmente! Sentados en la misma mesa

Gobierno bolivariano y oposición

Patria Grande17/08/2021Alcira Vaca MartinezAlcira Vaca Martinez
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Debieron pasar más de dos años para que el sueño de derrocar al presidente constitucional Nicolas Maduro, a través de la instalación de un “presidente encargado o interino”, autoproclamado en una plaza pública de Caracas, acompañado de unos cientos de seguidores, que creyeron que el éxito los acompañaría de inmediato y que el gobierno bolivariano, desaparecería de la faz de la tierra, al menos de la tierra venezolana.

Juan Guaido, que de él se trató y ya no se trata, descontaba el apoyo entusiasta del pueblo venezolano que, en su delirio, habría de volcarse en masa a las calles del país, reconociéndolo como el salvador de la dictadura chavista y que la felicidad los acompañaría en adelante.

Los involucrados internos contaban para ello con la bendición, dólares y apoyo del gobierno de Donald Trump, el cartel de Lima y la Unión Europea. Mas o menos un conjunto de 50 países reconocieron al “interino o encargado”, punto de partida suficiente para comenzar a estructurar un gobierno paralelo que ocupara espacios no solo en el país, sino fuera, en busca de un reconocimiento que, estimaban, seria cada vez mayor.

No fue relevante -pareciera-que, durante ese tiempo de infracción absoluta a todas las leyes vigentes en el país, en primer lugar, a la Constitución Nacional de la Republica Bolivariana de Venezuela, el interino y su ilusorio e inexistente gobierno paralelo, ocupara un solo metro de territorio en el que fuera reconocido como presidente, contando únicamente con los esfuerzos de los países mencionados para intentar un apoyo interno que jamás existió.

La historia nos dice que, desde el 30 de abril de 2019, Elliott Abrams, responsable de los asuntos sobre Venezuela de la Administración Trump, coordinaba un golpe de Estado contra Nicolas Maduro, contando para ello con el aporte de Federica Mogherini, representante para asuntos exteriores de la Unión Europea, y los presidentes de Colombia, Chile y Perú, entre otros cartelistas de Lima.

Los EEUU siempre estuvieron seguros de que, como en otros países, contarían con la participación, si no total, al menos parcialmente sustantiva, de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), para lo cual, también como siempre, el flujo de dólares obraría el milagro.

Hay que decir, que algún pequeño resultado hubo, pero ni de lejos significativo para que el sueño se convirtiera en realidad.

La FANB se mantuvo fiel a los principios bolivarianos y chavistas y por se lado, el fracaso de derrocar a Maduro, asesinarlo incluso, se desvaneció rápidamente.

En realidad, los gobiernos que apoyaron esta aventura demencial apoyaban la idea de deshacerse del presidente Maduro y creyeron que el impresentable Juan Guaido podía ser el elemento, posteriormente descartable que, de alguna manera milagrosa lograra la proeza.

Para ello también operaron sobre la economía del país, generando todo tipo de acciones tendientes a cercar y hacer implosionar al gobierno constitucional, desde desabastecimiento de productos esenciales, para generar descontento en la población, bandas paramilitares, grupos de delincuentes comunes fuertemente pertrechados que atacan a los propios ciudadanos indefensos en sus barrios, atentados y sabotajes a centrales hidroeléctricas, en plantas potabilizadoras de agua, represas , en usinas, en el sistema eléctrico del país y por otro lado, ejerciendo el rol de verdadera piratería robando lisa y llanamente empresas como CITGO-Filial de PDVSA en los EEUU.

El robo del oro venezolano depositado según las normas vigentes en el Banco Central de Inglaterra es una prueban contundente de ello. Ni siquiera ante la solicitud de Venezuela de que ese oro seria destinado a la compra de vacunas, respiradores, ventiladores, medicinas y aparatología para hospitales en la etapa álgida de la pandemia de COVID 19.Ni siquiera, que Naciones Unidas fuera quien hiciera uso de esos recursos para la adquisición de lo necesario para afrontar una situación sanitaria de la magnitud que el mundo está padeciendo.!!!

Sin embargo, el desalojo del presidente Nicolas Maduro no se concretó, no pudieron acabar con su gobierno, pese a la sideral cantidad de dólares empleados en lograrlo, los dineros entregados a Juan Guaidó para una supuesta “ayuda humanitaria, que como hoy todo el mundo ya conoce, fue a parar a sus bolsillos.

No pudo el sabotaje, robo de armamentos, incursiones de mercenarios armados hasta los dientes -incluso dos contratistas estadounidenses de la empresa privada Silvercorp, de Jordan Goudreau -su director ejecutivo- y ex militar estadounidense, que ingresaron en lanchas rápidas por el rio Macuto , estado de la Guaira, con el propósito de ingresar a territorio venezolano , el 3 de mayo de 2020, en la llamada Operación Gedeón, que pretendía atentar contra miembros del gobierno y lograr la insurrección de la población.

Esta acción mercenaria contó con agentes de la Administración para el Control de Droga (DEA) y del narcotráfico, vinculados a sectores de la oposición venezolana,

Pescadores de la zona, alertados por la presencia de dos lanchas rápidas, dieron a viso a las autoridades e interceptaron a 8 mercenarios entregándolos a las autoridades.

Entre los primeros detenidos se encontraban dos ciudadanos estadounidenses, miembros del equipo de seguridad de Donald Trump, identificados como Luke Denman y Airan Berry.

Jordan Goudreau firmó un contrato con Juan Guaidó por 212 millones de dólares quien le agradeció, a través de un video difundido en las redes sociales, por el apoyo a “nuestra causa”.

No pudo el atentado con drones, cargados con poderoso explosivos, acabar con la vida del presidente Maduro y casi todo su gobierno y altos mandos de la FANB, y sobre todo, la firme decisión del gobierno bolivariano de hacer respetar la Constitución y las leyes del país, estableciendo la protección necesaria para evitar daños a la población con el Escudo Bolivariano “Negro Primero”, donde participan fuerzas militares, policiales y civiles.

Todo lo dicho, pese a su necesaria síntesis, motivó que los EEUU, la Unión Europea y el Grupo (Cartel) de Lima, vieran desvanecerse poco a poco su proyecto de liquidar la Revolución Bolivariana y asumir su derrota de acabar con el gobierno y con el presidente Nicolas Maduro.

El gobierno bolivariano demostró a lo largo de este tiempo de fracasados planes de insurrección, en nombre de los DDHH del pueblo venezolano, que pese a las acciones criminales llevadas a cabo ocasionaron muertes, carencias alimentarias, de medicinas, sufrimientos al pueblo venezolano y graves daños al país, jamás dejó de plantear el dialogo con la oposición, dentro de las leyes establecidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Es así que luego de arduo trabajo y la mediación de Noruega, el día 13 de agosto de 2021, se firmó en Ciudad de México el Memorandum de Entendimiento, entre Gerardo Blyde Pérez, en nombre de las fuerzas opositoras, Dag Nylander , Director del Centro noruego para la Resolución de Conflictos, en representación del gobierno de Noruega y el diputado Jorge Rodríguez, Presidente de la Asamblea Nacional y Jefe de la Delegación del Presidente Nicolás Maduro.

El memorándum abarca una serie de aspectos que incluyen la definición de garantías electorales y un cronograma para elecciones observables; el levantamiento de las sanciones; la restauración de derechos a activos; el respeto al Estado constitucional; la convivencia política y social; la renuncia a la violencia; la reparación a las víctimas de la misma, y la protección de la economía y la población.

Un aspecto importante, coherente con el espíritu del documento firmado, es que queda formalmente anulado el “interinato de Juan Guaido” , por lo que los gobiernos que reconocieron su autoproclamación y por tanto, el intento de crear un gobierno paralelo , que solo se mantuvo como un espejismo apoyado solo por fuerzas internacionales.

El conjunto de fuerzas opositoras que participaron en las reuniones previas, salvo algunos grupos intransigentes, aceptan el final anunciado de esta ficción de “gobierno”, luego de un proceso insurreccional que duró más de dos años y que como decíamos, causó profundo dolor y daños ingentes al pueblo y al gobierno venezolano.

Desde que Juan Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela, en lo que parecía un avance sin obstáculos de la derecha recalcitrante en ese país y en Latinoamérica, el partido Voluntad Popular, dirigido por Leopoldo López, hoy radicado en España, fue uno de los que dictó la estrategia de choque sin cortapisas contra el gobierno.

Hoy la situación ha cambiado y existen corrientes moderadas que tienen más protagonismo en la derecha venezolana, que quieren sobrevivir políticamente y no inmolarse en un evidente callejón sin salida, ya sin protección exterior, por lo que están dispuestos a debatir un cronograma constitucional que propone en gobierno de Maduro. En el otro extremo de esta postura al menos, hay quienes aspiran a seguir existiendo y retomar una normalidad, pensando a largo plazo en una estrategia electoral que les permita subsistir.

Henrique Capriles Radonsky es uno de los pocos líderes de la oposición que ha suscripto la estrategia de la negociación y la salida electoral con Maduro en el poder presentándose como una opción moderada y de “renovación “.

Los partidos radicalizados de la oposición, que no aceptaron el diálogo propuesto por el gobierno en numerosas oportunidades en 2018 y 2019, cuando no padecían el desgaste que exhiben al día de hoy, se han debilitado al interior de Venezuela, y han perdido el apoyo de gobiernos de la región.

Los EEUU, que reconocen a Guaidó como presidente encargado de Venezuela, no participarán en este proceso, aunque los analistas políticos acuerdan en que tendrán un rol fundamental ya que el presidente Maduro mantiene su postura de que para dialogar con Joe Biden, deben levantarse las sanciones de todo tipo que pesan sobre el país y que causan graves daños a su economía y desarrollo.

Con la excepción del gobierno colombiano y su presidente Iván Duque , la Unión Europea, el grupo de Lima y los EEUUEE.UU., la Unión Europea y el Grupo de Lima, han asumido, de buen grado o no, su derrota ya que no pudieron terminar con el gobierno Bolivariano, ni por la fuerza, ni por actos de sabotaje, atentados ni desembarcos, ni bloqueos a sus cuentas en el exterior, ni confiscando el oro de la nación caribeña, ni quedándose con empresas propiedad del estado venezolano, es decir, propiedad del pueblo de ese país.

Por tanto, han debido aceptar su error estratégico y fomentar la firma de un acuerdo en el que se reconoce a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

El rol del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido fundamental, otorgando a su país un protagonismo, que muestra claramente un cambio de suma trascendencia para la geopolítica de Latinoamérica.

Las administraciones de derecha de Jair Bolsonaro en Brasil y de Sebastián Piñera en Chile atraviesan momentos cruciales para su futuro a partir de las elecciones presidenciales en sus respectivos países en el año 2022.

La Constituyente en Chile que está redactando una nueva Carta Magna para reemplazar a la vigente pinochetista y Brasil con un desastroso manejo de la pandemia de COVID19 que deja , al menos hasta estos días más de 560.000 fallecidos y los escándalos de corrupción que azotan a su gobierno, sumado a la connivencia de miembros del Poder Judicial, en la condena a Lula Da Silva, que le costó su inhabilitación para participar de las elecciones del año y 580 dias de cárcel, también abonaron la idea de una intervención militar en Venezuela y la situación de guerra interna en Colombia con cientos de jóvenes y líderes y lideresas sociales, campesinos e indígenas asesinados , secuestrados, torturados y violados, a manos de las fuerzas militares, policiales y paramilitares.

La recuperación de la democracia y el retorno del MAS al gobierno con Luis Arce, luego del golpe de estado que obligara a la renuncia de Evo Morales, la llegada de AMLO al gobierno de México y de Alberto Fernández en Argentina, la asunción del profesor Pedro Castillo a la presidencia del Perú , el alejamiento de estos países del grupo de Lima, las graves acusaciones que pesan sobre el Secretario General de la OEA Luis Almagro, la propuesta de López Obrador de fortalecer otros organismos regionales como UNASUR y CELAC, la existencia del ALBA -TCP, abren nuevos caminos a la integración y cooperación en la región.

El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el partido de gobierno ha llamado a elecciones internas abiertas para elegir a candidatos y candidatas a gobernadores y alcaldes para la compulsa del 21 de noviembre 2021.

La presidenciales deberán realizarse según el mandato Constitucional, en 2024, por lo que el partido de gobierno y las fuerzas de la oposición tendrán la oportunidad de recorrer un largo camino, que tal vez selle la convivencia democrática a través de la herramienta electoral.

A estas alturas y luego de todo lo sufrido, fresco aún y por resolverse, las diferencias entre ambos sectores están lejos de desaparecer, pero es dable esperar la mayor madurez, en beneficio del todo el pueblo venezolano.

Sin olvidar que los EEUU no abandonarán su histórico anhelo de que Latinoamérica siga siendo su “patio trasero”

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