En los actos en repudio a la dictadura pinochetista, hubo represión a manifestantes
¿Ecuador hacia el abismo...?
El proceso electoral del 11 de abril, indica ese rumbo.
Patria Grande16/04/2021Alcira Vaca MartinezLa elección de Guillermo Lasso como nuevo presidente del Ecuador, no deja lugar a dudas, sobre bajo que premisas gobernará un país sumido en una profunda crisis.
La pregunta inicial de estas reflexiones, a pocos días del 11 de abril es: que circunstancias se conjugaron para catapultar a la presidencia del Ecuador, al banquero Guillermo Lasso, millonario, miembro del Opus Dei, es decir, el candidato perfecto para la derecha neoliberal del país andino.
El triunfo del joven economista Andrés Arauz en la primera vuelta electoral del 7 de febrero, por una apreciable diferencia, de 13 puntos, marcados entre su 32,72%, frente al 19,74 % obtenido por Guillermo Lasso, mantuvo encendida la expectativa de ser el próximo presidente de Ecuador, ganando en la segunda vuelta.
Para ir acercándonos a una respuesta que podríamos definir como provisoria, sería de gran utilidad analizar hasta donde sea posible, dada la cercanía del proceso que culminó hace apenas unos días, algunos sucesos previos a las elecciones que, sin lugar a dudas, incidieron de manera directa en este resultado.
La fuerza política que llevó a Andrés Arauz como candidato de UNES, identificada como “ correísta” y el propio ex presidente Rafael Correa, desde que dejó el país para radicarse en Europa, debieron afrontar y aún sufrir en carne propia , una serie de acciones adversas que obstaculizaron, impidieron y trabaron desde todos los frentes, con el lawfare como estrategia, es decir, fabricando causas judiciales sin sustento alguno, encarcelamientos ilegales , siendo el más significativo el del Vicepresidente de Lenin Moreno, Jorge Glass, que aún permanece en prisión sin que se haya probado ninguna de las acusaciones en su contra.
Rafael Correa fue prácticamente exiliado y la proscripción que pesó sobre él, le cerró todos los caminos, no sólo de la participación en el proceso electoral, como candidato, sino hasta del derecho a regresar a su país a partir de la orden de detención librada en su contra, apenas pisara suelo ecuatoriano.
Anulada su participación electoral como candidato a presidente, también se le impidió hacerlo como aspirante a vicepresidente y se prohibió que su nombre o figura estuvieran impresos en las boletas electorales de Unión por la Esperanza.
Recordemos que el presidente Moreno solicitó a Interpol, generar la famosa “alerta roja”, es decir, la orden de detención de Correa, en función de todas las acusaciones en su contra, solicitud que fue denegada por esa organización de policía internacional.
Los medios de comunicación hegemónicos, defensores del poder económico, jugaron un papel decisivo a favor del linchamiento político de Rafael Correa y de la demonización, persecución y exilio de otros referentes de su fuerza política, como el ex canciller Ricardo Patiño o Gabriela Rivadeneira, ex Presidenta de la Asamblea Nacional durante la presidencia de Rafael Corea.
Los Estados Unidos jugaron un papel determinante en todas estas acciones, ya que naturalmente, apostaron por quien mayores garantías daba a su proyecto de dominación en América Latina, es decir, Guillermo Lasso.
El proceso de anulación de Rafael Correa de la contienda electoral, con todo lo que brevemente se ha consignado aquí, la pandemia de COVID 19, la gravísima situación económica del Ecuador, con una enorme cantidad de ciudadanos - algunas consultoras especializadas hablan de más de 2 millones de ecuatorianos arrojados a la pobreza., fueron generando un clima desfavorable incluso al propio proceso electoral en curso.
La aparición de otras fuerzas políticas escindidas de la Revolución Ciudadana, cuyos votos no fueron a la formación correísta, mostró con claridad que sus referentes identificaron a UNES como su enemigo principal, en lugar del neoliberalismo, claramente representado por Guillermo Lasso,
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) llamó en primera instancia al voto nulo ideológico.
Posteriormente su presidente Jaime Vargas concurrió a un acto con Andrés Arauz y eso marcó una diferencia abismal con Pachacutik, liderado por Yaku Pérez, que se mantuvo en la posición del voto nulo.
Estas diferencias no se manifestaron a partir de las elecciones generales en Ecuador, sino que se arrastran desde tiempo atrás.
En. su carácter de Coordinador de Pachacutik, Yaku Pérez expulsó a Jaime Vargas del partido, junto a Leónidas Iza, otro referente indígena cercano a Andrés Arauz, que fue muy crítico de la dirigencia de Pachacutik y su cercanía con Guillermo Lasso.
La intransigencia de Yaku Pérez obedece a los resultados de la primera ronda electoral, cuando disputó el segundo lugar con vistas al balotaje con Guillermo Lasso,
Pérez sostuvo que existió fraude y solicitó la apertura de urnas en varios departamentos del país, lo que fue apoyado en un primer momento por Lasso, pero al negarse el Consejo Nacional Electoral a esta solicitud, Lasso abandonó el pedido de revisión.
El recuento definitivo de la primera vuelta posicionó al banquero cono contendiente de Arauz en la segunda vuelta, sepultando las ambiciones de Yaku Pérez.
Una situación similar a la de Pachacutik se dio con Izquierda Democrática cuando su candidato Xavier Hervas, dejó en libertad a sus seguidores, manifestando que él votaría por Lasso.
Históricamente, Ecuador tiene un elevado índice de abstención y en este caso a esa situación, se sumó un 16% de votos nulos, alrededor de 1.600.000 sufragios que definieron la derrota del candidato de Unión por la Esperanza.
En una apreciación cautelosa, nos permitiría deducir que los votos en blanco y nulos, favorecieron en la práctica al conservador Guillermo Lasso.
Sin embargo, habrá que analizar detenidamente todos los factores que llevaron a esta situación, de la que será victima en lo inmediato, el sufrido pueblo ecuatoriano
El triunfo de Lasso determinará sin dudas, una profunda revisión de lo actuado por Revolución Ciudadana y sus aliados de UNES, porque las políticas antipopulares que Guillermo Lasso defiende y sin dudas aplicará, desmantelarán lo poco que queda de servicios públicos, derechos laborales y sociales conquistados durante los dos gobiernos de Rafael Correa.
El marco de estas medidas será el nivel de endeudamiento sin precedentes con organismos internacionales de crédito como el FMI, que deja Lenin Moreno, y que impactará en las familias ecuatorianas y en todas las organizaciones de la sociedad civil.
No es ningún secreto la influencia que Guillermo Lasso, ejerció en el desgobierno de Lenin Moreno, pese a que el banquero haya utilizado estrategias elaboradas por su asesor Jaime Duran Barba - experto en guerras sucias - para engañar a una parte importante del electorado, haciéndole creer lo contrario. - para lo cual contó con fondos ilimitados y ejércitos de trolls,
Lasso está tan seguro de la solidez del triunfo que acaba de obtener, y de los apoyos internos y externos que recibirá, que se atreve a plantear la privatización del Banco Central del Ecuador, que ya está en marcha -en connivencia con Moreno por el tiempo que le quede aún como presidente del país-, medida que impedirá a la institución estatal defender los intereses nacionales y otorgará
todavía mayores beneficios a los banqueros, profundizando el empobrecimiento de los sectores populares.
La victoria de Lasso implica también una mayor subordinación a Estados Unidos, la oposición a la unidad e integración regional, su pertenencia al Grupo de Lima y la hostilidad hacia la República Bolivariana de Venezuela, que se evidenciará cuando el flamante presidente electo, invite a la ceremonia de su asunción, a Juan Guaido, un pelele a quien nadie reconoce ya, por caso , los países miembros de la Unión Europea(UE).
Así las cosas, habrá que esperar, como decíamos, el imprescindible análisis y autocrítica de las fuerzas políticas progresistas intervinientes en esta elección presidencial y seria importante que nada quedara fuera del mismo, evaluando nuevas alianzas, con acercamientos a fuerzas políticas que no coincidieron en el candidato a votar, pero que tienen un gran componente de pueblo ecuatoriano, al que habrá que acompañar en esta etapa , con un presidente millonario, alejado por completo de las necesidades de los trabajadores y trabajadoras, de los jóvenes, de amplios sectores populares que reclamarán políticas que atiendan sus necesidades básicas insatisfechas, lo que hoy es moneda corriente en el Ecuador.
Quien sin dudas respira aliviado, es Lenin Moreno, con la impunidad que ha conseguido, a cambio de traicionar a su propio pueblo, incluyendo la ultima carta que sacó bajo la manga: el estado de excepción por 30 días, “a raíz de la pandemia de COVID19”, que decretó en plena campaña electoral.
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