"...una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre"
"Luchamos por un Brasil mejor, continuemos con nuestras esperanzas y creamos que solo la lucha puede restaurar nuestra democracia “
Era inevitable-larguísima espera mediante- que la verdad sobre el LAVA JATO, saliera a la luz pública, lo que desde hace tiempo era una verdad a todas luces; sin embargó la “lentitud “caracterizó el accionar de la justicia de Brasil y la verdad tardó mucho tiempo en ser develada.
Quedó claro que esta estrategia, disfrazada de lucha contra la corrupción, fue una enorme maniobra de judicialización que sirvió para incriminar sin pruebas a Lula, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), en las elecciones del 7 de octubre 2018, para posibilitar el triunfo de Jair Bolsonaro, lo que finalmente ocurrió.
La seguidilla de cargos por los que el expresidente Lula Da Silva fue condenada por Sergio Moro, el exjuez y amigo de Jair Bolsonaro, desencadenó una verdadera caza de brujas, con el único fin de impedir su candidatura en las pasadas elecciones presidenciales, que hoy se ha derrumbado finalmente.
Recordemos que el presidente Bolsonaro, una vez ungido, “premió” a este juez, nombrándolo Ministro de Justicia, aunque lo fue un corto tiempo, pese al servicio brindado.
Otro juez, Edson Fachin, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, anuló las condenas contra el expresidente Lula. Muchos ciudadanos de ese país y del mundo entero, estaban en lo cierto cuando se denunció que esta prueba concreta de lawfare era una artimaña para impedir el seguro triunfo de Lula en las pasadas elecciones presidenciales frente al candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro.
Si bien la euforia por esta resolución es muy grande, aún hay una instancia que falta resolver y es esperar la decisión de los máximos órganos de Justicia del Fuero Federal de Brasilia, quienes analizarán si lo actuado en los tres casos por los que Lula fue acusado, es decir, el departamento de Guarujá, las donaciones del Instituto Lula y Atibaia, son válidos y pueden ser reutilizados.
Mientras tanto Lula sufrió la cárcel más de 500 dias y en ese ínterin recibió las terribles noticias de la muerte de su hermano mayor y de su pequeño nieto de apenas 7 años. Le fue negada la posibilidad de acompañar a sus seres querido, en un vano intento de quebrar su fortaleza, lo que, a pesar de su inmenso dolor, no pudieron lograr.
Aunque lo determinado por el Supremo Tribunal Federal, han comenzado a tomar forma las especulaciones sobre si Lula será candidato en las presidenciales de 2022.El ex mandatario, ha manifestado dudas al respecto si bien declaró que “…he sido presidente de mi país en dos oportunidades…para ser candidato tiene que haber una razón de mucho peso…sin embargo…si es necesario derrotar al bolsonarismo, no duden que me pondré a disposición…”
Analistas políticos no sólo de Brasil, sino de otras latitudes, coinciden en que Lula es el único referente en ese país que cuenta con probadas condiciones y capital político suficiente como para derrotar al ultraderechista Jair Bolsonaro en las elecciones de 2022.